Con las bajas temperaturas, la batería de tu ebike sufre. Te explicamos el porqué y te damos las claves para mantenerla en condiciones.
El invierno está en su punto álgido. Y aunque este año no hemos sufrido una Filomena (al menos, de momento), las bajas temperaturas son un enemigo tradicional de muchos ciclistas. También de los que se mueven en ebike.
Pero no: no hablamos de la necesidad de que te abrigues para salir a pedalear, sino de la importancia de conocer bien las características de la batería de tu bici eléctrica para que soporte los rigores del mercurio de la mejor manera posible.
Seguro que te has dado cuenta: en esta época del año, la autonomía de tu bicicleta eléctrica se reduce sensiblemente. Esto puede ocurrir, quizá, porque ls batería ya no están en condiciones. Para comprobarlo, no hay nada como someterla a la prueba de rendimiento que hacemos en Biobike y de la que encontrarás toda la información en este enlace.
Pero existe otra posibilidad: tal y como nos pasa a nosotros, las baterías también sufren con el frío. Cuanto más agradable sea la temperatura, mejores prestaciones obtendrás de la batería de tu bicicleta.
El motivo hay que buscarlo en uno de los principales materiales con los que están construidas las baterías: el litio. Dentro de una batería de litio, el electrolito es una solución líquida o en forma de gel que estimula el tránsito de iones del ánodo al cátodo.
Al tratarse de un componente húmedo, el frío “apelmaza” la estructura molecular del electrolito restringiendo el paso de la corriente, mientras que el calor reduce la resistencia interna de este componente, contribuyendo a liberar energía con mayor facilidad.
¿Cuál sería, pues, la temperatura ideal para que una batería rinda al máximo nivel y, por tanto, la autonomía sea la mayor posible? Se puede decir que las baterías alcanzan unas prestaciones óptimas con una temperatura de servicio que ronda los 20ºC y van disminuyendo según baja la temperatura.
Esos 20 grados centígrados son, de hecho, la temperatura de referencia que utilizan los fabricantes de ebikes para calcular la autonomía que ofrecen. Unas condiciones ideales que, lamentablemente, no tenemos en la mayor parte de España en esta época del año.
¿Y qué pasa si te vas al extremo contrario? Tu bicicleta eléctrica dejará de funcionar si haces la barbaridad de pedalear a 20 grados bajo cero. A estas temperaturas existe tanta resistencia interna que no arrancarle a las celdas de litio un sólo electrón se torna una tarea compleja.
Nada como una buena funda
Es posible que, llegados a este punto y una vez entendido el motivo por el que las baterías se resienten cuando se desploma el mercurio, te preguntes si existe una solución para este problema. La respuesta, como casi siempre, es sí.
En el mercado podrás encontrar toda una serie de protectores de batería de neopreno con los que minimizarás el efecto de la pérdida de autonomía debido a la temperatura. Aquí tenemos algunos ejemplos:
Además, ten en cuenta que con este tipo de accesorios obtendrás un beneficio extra: una protección adicional contra lluvia, arañazos e impactos indeseados.
Por último, no dejes de consultar la disponibilidad de complementos exclusivos para motores y displays de marcas como Bosch y Yamaha, que cuentan con exclusivos abrigos fabricados a medida para sus distintos modelos.
¿Te queda alguna duda? Como siempre… ¡En Biobike estamos para ayudarte! Escríbenos a info@biobike.es, llámanos a los teléfonos 91 445 04 94 y 603 86 23 26 (sólo Whatsapp )… o mejor aún: ¡pásate a vernos por la mayor tienda de bicicletas eléctricas de Madrid! Estamos en C/ Lanzarote, 15 Local 1 (San Sebastián de los Reyes). ¡Te esperamos!